
En una velada musical que promete intimidad, ternura y sorpresa, Paloma Ruissaann, la talentosa cantautora y creadora del 1er Festival Nacional de Jazz de Tlaxcala, se prepara para cautivar al público en el Cocoliche, Versalles 57 en la colonia Juárez, este jueves 21 de septiembre. Pero esta no será una actuación convencional, ya que Paloma estará acompañada al piano por uno de sus músicos, lo que ofrecerá una experiencia envolvente y bohemia.
El Cocoliche, ese rincón emblemático en la Ciudad de México, se convierte, una vez más, en el escenario perfecto para esta presentación, donde los vínculos entre Tlaxcala y la Ciudad de México se estrechan gracias a la influencia cultural y musical de Paloma Ruissaann, Paolo Marcellini y Camel Perea.
El compromiso de Paloma con la música y la cultura se refleja no sólo en su destacada trayectoria como cantautora, sino también en su labor como creadora del Festival Nacional de Jazz de Tlaxcala.
Pero lo que hará que la noche sea aún más especial es el enfoque único de su álbum Mestiza. Este proyecto musical no sólo representa una obra de arte sonora, sino que también aporta una relectura anticolonialista y reivindicativa de la compleja condición mexicana.
La portada roja de Mestiza resuena en nuestro inconsciente colectivo sin caer en patriotismo barato o revanchismo innecesario, con que muchas veces es tratado y que reniega de nuestra verdadera condición multicultural. En cambio, Mestiza logra reconciliar nuestro legado a nivel lírico y estilístico, invitándonos a reflexionar sobre nuestra identidad cultural de manera profunda y significativa.
Es importante destacar la influencia y el apoyo de figuras como la del compositor y músico Paolo Marcellini en el panorama. Este destacado italiano representa un puente cultural entre dos mundos, que ha enriquecido la nueva ola de cantautores con su perspectiva única. Su contribución como mecenas que apoya la nueva música es invaluable y es un testimonio de su pasión por el arte y la música, no sólo por formar parte de la escena, sino por confiar y potenciar a las nuevas voces.
Por otro lado, Camel Perea, desempeña un papel fundamental como director artístico. El enfoque de este compositor patafísico, se manifiesta en cada aspecto, no únicamente en lo que compone sino en lo que divulga y propone.
La noche en el Cocoliche con Paloma Ruissaann promete ser una experiencia musical y cultural digna de presenciar. Por la combinación de su talento, la relectura anticolonialista de Mestiza y la capacidad interpretativa de Ruissaan. Es una oportunidad para reflexionar, disfrutar y apreciar el poder transformador del arte en su máxima expresión.
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