Donde estés, disfruta una noche de canciones sudamericanas 

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El pasado jueves de Cantautores, los muros de El Cocoliche se impregnaron de magia y pasión en una noche que trascendió lo ordinario: Valentín Taricco y Ailina Shakti, un dúo argentino-chileno, desplegaron su arte con una maestría que pocos pueden igualar. Como dos almas en perfecta armonía, fusionaron sus talentos para regalarnos una velada que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.

Valentín, con sus manos danzando sobre el teclado y las cuerdas de la guitarra, y Ailina, cuyo violín parecía susurrar secretos ancestrales, se entrelazaron en un baile musical que dejó al público sin aliento. Sus canciones, obras de arte en sí mismas, nos llevaron en un viaje a través de temas profundos y líricos que capturaron la esencia de una nueva generación, una que abraza la tradición mientras abraza los sonidos contemporáneos con pasión desenfrenada.

A pesar de las dificultades del día, marcado por manifestaciones y caos vehicular, la audiencia que se atrevió a desafiar las adversidades fue recompensada con una experiencia única. Entre los presentes, destacó la figura de la galardonada coreógrafa mexicana Tania Pérez-Salas, cuyos ojos brillaban con fascinación por la propuesta musical y la atmósfera mística que rodea a El Cocoliche.

En mitad de la noche, el escenario se iluminó con la presencia de los argentinos Sofi Bonessi y Gonza Sánchez, quienes con sus propias canciones embellecieron aún más la velada. Su colaboración fue como un suspiro de frescura y profundidad, una mancuerna entrañable que dejó a todos deseando más.

Y más nos espera en el horizonte, pues este próximo jueves 6 de octubre, Bonessi y Sánchez volverán a El Cocoliche, esta vez acompañados por el cantautor mexicano Esteban Arroyo, cuya poesía escénica fluye desde las raíces mismas de su ser. Promete ser una noche de fiesta y júbilo, donde estos artistas cordobeses de gran calidad compartan sus almas en el escenario, tejiendo historias y melodías que nos hagan olvidar el mundo exterior y nos sumerjan en el rincón mágico que es El Cocoliche. Será una noche para recordar, una noche donde el arte y la música se unirán en un abrazo eterno.

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