«Llega entre bugambilias, las azaleas y las nochebuenas como una aparición», narra Luis Enrique Ramírez Ramos (1963-2022) su encuentro con la autora de «Andamos huyendo Lola». «Elena Garro no camina, la mueve el viento. Frágil, pálida, delgadísima, lleva en su rostro la desolación como un tatuaje».