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Por Estuardo Sororo
El Rey Leech se debate entre seguir las máximas de su propio credo, que incluyen no mentir, no robar y no traicionar, mientras que al mismo tiempo se ve obligado a recurrir al robo y al engaño para sobrevivir. Este conflicto moral refleja la complejidad de la condición humana y la necesidad de adaptarse a un mundo que a menudo parece injusto e implacable.
El texto también critica la sociedad de consumo y la cultura burguesa, destacando la esclavitud del individuo a sus propias actividades y al ciclo de producción y consumo. El Leech emerge como un símbolo de resistencia ante esta realidad alienante, desafiando las expectativas.
A continuación les compartimos la segunda y última parte de la entrevista con Édson Nava, uno de los autores del Rey Leech, en vísperas de su estreno.
- El lenguaje utilizado en la dramaturgia es poético y provocativo. ¿Cuál fue su intención al elegir este estilo narrativo y cómo creen que contribuye al impacto emocional de la obra?
La obra bien puede ser un musical o una lectura para leer de volada en el Metro. El leechismo es poético en sí mismo, es esa poesía que da sobre una herida ya abierta y ahora mézclalo con la dramaturgia. Y aunque la combinación se dio de manera natural, sin buscarla llegó, nos encontramos y decidimos continuar, nos acomodamos y, sin duda, le dio un toque patafísico, lo situó en esa emoción que necesitábamos expresar. Una emoción que está a flor de piel en todos. ¿Qué imaginaste cuando te decía que imaginarás ver al mundo despedazarse? Pues bueno eso es lo que pasa todos los días en algún lugar del mundo. Lo único (dentro de muchos únicos) que hace la obra es responder a la provocación de los que hasta ahora se ostentan como los dueños de los futuros, los dueños de la verdad, de otra forma nada de lo que decimos sería escuchado, ni nada de los escribimos leído. Sin duda, se profundiza la naturaleza social del Leech a través de las líneas tal cual se escribieron.
- ¿Qué desafíos enfrentaron durante el proceso de escritura colaborativa y cómo lograron superarlos para crear una obra cohesiva y significativa?
A pesar de que las nuevas tecnologías pueden aportar cercanía e inmediatez para el paso de información, lo cierto es que en trabajos de este engranaje no hay nada como sentarte a platicar de las vidas, de los leechismos, de la música, la patafísica que dan sentido a los pasos. Y al final ese es el mayor desafío, no solo en la construcción de la obra, sino de la misma vida. Ir en contracorriente con los tiempos, permitirte atender a tu compañero/compañera/compañere. Que cada uno aporte desde su gran cosmovisión, que las ideas fluyan, que se conecten los sentires y las emociones, eso ayudó a consolidar estas líneas. Pensar en ejercicios colaborativos por encima de los deseos individuales siempre será un gran reto y este trabajo se suma a los muchos más que han logrado abrazar una idea desde tres ángulos diferentes. Eso es lo significativo de la obra, no del Leech.
Los nuevos Leech tendrán en sus manos la posibilidad de construir en colectivo lo que el vacío no les permite en lo individual.
- ¿Cuáles son sus esperanzas y expectativas para el impacto cultural y social de la obra, tanto en el ámbito teatral como en la reflexión crítica sobre la sociedad contemporánea?
El concepto del Rey Leech como este ser patafísico en trasmutación constante, irruptor y transgresor de las leyes morales queremos que sea propulsor de cuestionamientos que comenzaron personas antes que nosotros. Que el leech nos acompañe en las discusiones y en los foros, que podamos nombrar al fenómeno de las mezclas emocionales-sentimientales de los fondos oscuros, de las ansiedades y la soledad. Que explicar-nos como productos de una sociedad sumergida en su propia inercia destructiva pueda aportar para cuando menos hacer el camino mas llevadero. Esta obra en los ojos de las personas precisas en el momento preciso podría llevarnos a darle un giro tremendo a la historia, nuevas y mejores formas de afrontar las luchas colectivas desde cada ente corpóreo. El saber que, dentro de este mundo, muchos pasamos por tormentos y que no somos culpables de ellos, que debemos desenraizar este sentimiento de culpa. Los ahora Proto-Leech deberán poseer las herramientas necesarias para construir historias más sanas, con menos miedos, tendrán que romper las cadenas de los modelos que los enmarcan. Los nuevos Leech tendrán en sus manos la posibilidad de construir en colectivo lo que el vacío no les permite en lo individual. La nueva sociedad contemporánea no subestimará el poder de la Colectividad, pero tendrá cuidado de las incomprensibles bajezas humanas.
- Al sumarte a una dupla colaborativa más que consolidada como lo es la de tus dos compañeros ¿cómo fuiste recibido? Y ¿qué aportó cada uno?
Ya hace tantos años que nos conocemos. Hace mucho que me siento a ver y escuchar su trabajo y aplaudo y canto desde abajo del escenario. Son una dupla increíble. Un espacio seguro. El recibimiento creo que no es lo mas importante en la conjugación de las historias, más lo es el camino en que no nos hemos soltado. Camel aporta ese mundo patafísico, inconmensurable, alcanzable solo para aquellos que sueñan y luchan. Es un Rey completamente, una tremenda cualidad de mente veloz. Ágil. Es el que rompe todo el esquema, el que transfigura los espacios y los tiempos, las voces y las imágenes. Tan simple y complejo. Hugo es la magia. La armonía y la estructura que pone cimientos a los sueños. Quien vuela al son de las historias y con el temple que le caracteriza hacer descender suavemente la nave hasta llegar a piso firme de nuevo. Y yo, Edson, tránsito entre ambos mundos. A veces ninguno. A veces soy ligero y vuelo con ambos {soñamos}, a veces sólo disfruto su vuelo y los miro de lejos y otras tantas veces me dedico a crear la historia que me mantiene vivo y pone sobre la mesa que trascender es nuestra labor. La labor de El Rey.
TERRAZA 